Al principio de ser vendedora entré un día en el servicio de la sala. Había una señora con un trozo de papel higiénico en las manos y se sorprendió al verme entrar como si no esperara o quisiera que entrara nadie, le dije buenos días y no le di importancia. Al buen rato salió del servicio y se sentó para empezar a jugar.
No recuerdo cuantas partidas había jugado cuando se levantó y volvió a ir al servicio. Volvió a tardar un rato.Esta vez traía un trozo de papel higiénico pegado en la suela del zapato y me llamó la atención. Fui a la mesa donde estaba sentada y se lo dije porque me daba un poco de reparo que la vieran así. Enseguida me dio las gracias, pero yo no me podía quedar con la intriga y, me dirigí al servicio.
Empecé a mirarlo todo y detrás de la puerta de uno de los servicios encontré colgado un trozo de papel higiénico con un nudo hecho. Nunca había visto nada igual.
Cada vez que esta señora venía a la sala lo primero que hacía era entrar en el servicio y yo sabía para lo que era. Pero lo sorprendente es que a partir de ese día miraba los servicios y encontraba los nudos de papel detrás de casi todas las puertas.
Con el tiempo me enteré que hay un dicho que dice: “San Cucufato los cojones te ato y hasta que no me des suerte no te los desato”
Unos dicen San Cutufato y otros que es San Cucufato, pero en lo que sí coinciden es en que si se le pide algo con estas palabras, te lo concede… yo nunca he probado.
No se si esto hará su efecto o no, pero lo que si puedo decir es que las puertas de los servicios estaban siempre con de nudos de papel.


A los pocos de días le pregunté a un compañero jefe de sala, con el que tenía más confianza, que porqué tanta frialdad después de la reunión y me dijo que había sido porque había una mujer… y me dio la risa. No lo pude evitar, es más no lo entendí.


¡Tienes diez días! No te lo pienses más y haz tus depósitos, diviértete y… consigue tu 

Se podría decir que ayuda a la salud de la vista porque previene las
Lo primero que hay que organizar es la cocina, con todo lo que ello conlleva, comida, bebida… Y una cosa fundamental para que todo funcione bien es el personal de cocina y los camareros, sin ellos estaríamos un poco perdidos.
Hay una compañera que sabe cantar muy bien y ese día se viste de gala, coge el micro y saca sus dotes de artista. Esto se organiza en admisión y es increíble ver como todos los clientes al entrar en la sala se paran, echan un bailecito, comen y beben algo y entran mas contentos a jugar. Incluso salen de la sala de vez en cuando para animarse un poco y vuelven a entrar después de mover un poco el esqueleto.










La dejé jugar y pasado un ratito volví a dirigirme a ella, le dije que si había algún rotulador que no pintara me lo diera para tirarlo y no tener en la mesa cosas innecesarias. Me volvió a mirar y me dijo que todos les eran necesarios porque unas veces borraba más con uno y otras con otro diferente. Para ver si podía convencerla le dije que se quedara sólo con los que había tachado y cantado, pero me insistió que los quería todos porque había cantado y no sabía con cual había sido.