17/7/08

Supersticiones XIV

Estoy recordando una anécdota muy graciosa que pasó un caluroso día de verano, y como los jueves me gusta hablar de las supersticiones, os la voy a contar.

La mañana comenzó con normalidad, todo funcionaba correctamente y se abrieron las puertas al público. No habían pasado ni dos horas cuando se empezó a notar un calor tremendo por la zona del rango 6. No sabía porqué estaba pasando eso. Miré los interruptores del aire acondicionado y no apreciaba ninguna anomalía, pero cada vez hacía más calor por esa zona y los clientes se iban cambiando de mesa buscando una zona más fresca.
Como yo no podía darle una solución llamé al compañero de mantenimiento, le dije lo que pasaba y acudió inmediatamente. Después de hacer sus revisiones se dispuso a arreglarlo abriendo una gran escalera al lado de una mesa con clientes. La abrió de forma que no molestaba a nadie, pero a un señor no le gustó nada y llamó al jefe de sala. Fui a la mesa y me dijo que quería que arreglaran el aire acondicionado, pero que no fuera con una escalera abierta encima de él porque eso daba mala suerte. Realmente la escalera no estaba encima, pero eso no le gustaba nada.
Le di la opción de cambiarse a la mesa de al lado, sino quería hacerlo de rango, pero tampoco le gustó la idea. Le dije que el aire acondicionado había que arreglarlo y que no había otra forma. Me miró con cara rara, se quedó callado y en el mismo sitio aunque no demasiado a gusto. Y cual fue su sorpresa que aún estando la escalera al lado de él, cantó la partida especial de 3€.
Al ratito me acerqué a la mesa donde estaba sentado, le di la enhorabuena por su premio y le dije que al final la escalera le había dado suerte. Me dijo (con una sonrisa en la boca) que había cantado porque la suerte la tenía él y que la escalera se la iba a quitar.
Menos mal que la avería duró poco, el señor se quedó tranquilo y la jornada terminó bien.

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