8/10/09

A ver que os parecen las fotos


Amaneció un bello día y nunca pensé que toda la magia con la que había soñado se hiciera realidad.
Nada más levantarme la tranquilidad se apoderó de mí cubriéndome con un tupido manto e impidiendo que los nervios me miraran ni siquiera de refilón.
En seguida llegó la maquilladora, estuvimos charlando mientras ella hacía su trabajo y nada más terminar llegó la peluquera, todo iba sobre ruedas.
Mi madre me vistió y llegó el fotógrafo… unas fotitos por aquí otras por allá y lista para dar el “SÍ QUIERO”

Hasta ahora todo genial, pero como siempre o casi siempre en la vida, nada es perfecto y yo puedo confirmarlo. Después de tres meses y medio organizando la boda y pendiente de todos los detalles ¡¡¡va el coche y se estropea!!! justo antes de llegar al lugar de la ceremonia, al final se solucionó, pero llegué 20 minutos tarde.
Nada más entrar, el novio y yo nos miramos y me emocioné (con lagrimillas en los ojos) por la cara de alegría, sorpresa, felicidad que puso al verme. Es que Rafa pensaba que yo iba a ir vestida de corto y al final lo sorprendí vestida de novia; en cuanto estuve a su lado me dijo: “me has sorprendido y estás guapísima”
Durante la ceremonia yo quería mirar a los invitados y no a la concejala que nos casó porque realmente las caras que me interesaba ver mientras nos casábamos era la de mis seres queridos y estuve todo el tiempo girándome para conseguir ver lo que yo quería.
Y llegó el momento cumbre de la ceremonia, momento indescriptible lleno de emoción, alegría y amor que no olvidaré en la vida, por fin nos dimos el SÍ QUIERO. Aunque tengo que decir que la anécdota de este momento fue que Rafa iba a poner su anillo en mi dedo en lugar del mío, otro simpático momento para recordar agradablemente.

Ya salimos por al puerta y una nube de pétalos nos cubrió como si de un manto de rocío al amanecer se tratara. La alegría de todos los invitados llenó de felicidad el radiante día que iluminaba uno de los días más felices de mi vida.

Llegamos al hotel donde se celebró en el coche de otros invitados (el nuestro estaba estropeado) y comenzaron los aperitivos que por cierto estaban exquisitos, y más fotos. A la hora y media pasamos al salón donde comimos de primer plato una vieira rellena de pescado y marisco, de segundo un medallón de solomillo ibérico a la salsa rossini y de postre una rica tarta de chocolate para los hombres y otra de chocolate blanco para las mujeres. Al final empezamos a compartir y todos comimos de las dos, fue divertido.

Cuando tuvimos el estómago bien lleno pasamos a la discoteca del hotel y bailamos con una fantástica orquesta que nos amenizó hasta quedar con un increíble dolor de pies.

Después de contaros detalles de la boda como me habéis pedido sólo me queda deciros que fue un día tan importante que no olvidaré en la vida y gracias a que no estaba nerviosa puedo recordar detalle a detalle todo lo que sucedió el día que Rafa y yo nos casamos. Lo único negativo fue que se pasó todo demasiado rápido y me quedé con ganas de más o de repetirlo, aunque estoy segura que me quedo con Rafa definitivamente y no lo repetiré más.
Espero que las fotos os hayan gustado. No son de muy buena calidad, pero es que las del fotógrafo están tardando demasiado y ya no aguantaba más sin compartir con vosotros algo tan importante.

También aprovecho para deciros que el domingo me voy una semanita de viaje, por su puesto el viaje de novios. Ya os contaré a la vuelta.

¡¡¡Un besazo para todos!!!