Cierto es que no todos somos supersticiosos, pero hay personas que aún no considerándose supersticiosa tiene sus “manías”, por llamarlo de alguna manera.
Un día, ya estando el euro viviendo entre nosotros, una señora sacó de su cartera monedas para pagarme su cartón, entre las cuales había una de 100 pesetas.
Las cogí sin percatarme de lo que me estaba dando y la guardé con las demás.
Cuando le di el cambio a otra persona, fue ésta la que me alertó y me la devolvió reclamándome la vuelta correcta.
Con tanta venta y cambios en la partida era imposible saber a quien pertenecía aquella moneda y me la guardé.
A la siguiente partida, cuando llegué a la mesa de esta señora me reclamó la moneda diciéndome: “señorita, creo que en la partida anterior le di una moneda que no le servirá para mucho, mientras que a mí si me sirve”. Enseguida me di cuenta que había aparecido su dueña y se la devolví, pero no entendía para qué le servía; la peseta ya no tenía valor, sólo el sentimental que cada uno quisiera darle.
Viendo la cara tan rara que se me quedó después de su comentario me llamó y me dijo: “es que con esta moneda en mi cartera me han pasado cosas muy positivas y la considero mi amuleto de la suerte. Para mí tiene mucho valor”.
Es que nunca se sabe a que nos podemos llegar a aferrar pensando que nos dará suerte.
8 comentarios:
Es verdad Carmen cada uno se aferra a una cosa,yo ahora mismo no caigo a qué me aferro yo ahora mismo no tengo digamos ningún amuleto,pero mucha gente los tiene..
Un saludo!!
Aunque pienses que no Esther, seguro que tienes algo en algún rincón que no quieres tirar porque en un momento dado te dio suerte, o a lo mejor tú no. En todos los aspectos de la vida hay excepciones.
De cualquier forma... Besos
Sí, es que las supersticiones son super... jodidas para las gente que las tiene.
Creo que lo de la manía y la superstición van unidas de la mano como pareja en su primer mes de salir juntos.
En el deporte, más que en otro sitio, se pueden ver este tipo de manías.
Por ejemplo, NADAL, tiene la costumbre de tocarse el culo en cada uno de los puntos, cuando está esperando el servicio.
Y luego, por ejemplo, cuando se sienta, tiene que poner las botellas de agua en determinadas posición.
De todos es conocido, por ejemplo, la tirria que le tiene Luis Aragonés al color amarillo.
Y como éstas hay muchas más.
Muchas veces, nos creamos nosotros mismos estas manías, sin saber muy bien por qué.
Besotes.
Rampy.
Ciértamente para mí "manías" es otra forma de llamar a las supersticiones, aunque para algunos no sea así.
Es cierto que los deportistas son muy supersticiosos y lo de Nadal un gesto muy simpático y muy visto por todos.
Gracias por la visita Rampel.
Besos
Y a veces funciona o nos creemos que funciona, aún recuerdo de peque mi pequeña piedra de Cuarzo, que momentos de alegría me dió.
Lo que no llego ha recordar es cuando dejé de creer en ella.
Saludos.
Senovilla, cuando creemos que algo nos da suerte realmente parece que eso es así. Y que contentos nos ponemos cuando creemos ver que los resultados son por esa piedra de cuarzo que creemos que nos da suerte. O a lo mejor es así?
Besos
Yo también tengo mis manías supersticiosas, sobre todo con la ropa.
Un ejemplo es que cada vez iba a ver jugar a mi equipo de fútbol, llevaba siempre los mismos calcetines. Estaba tan convencido de que le trían suerte que recuerdo una vez en la que no los tenía para poner y sin embargo me los llevé, pero en el bolsillo.
jajajajaj M4nolo, los calcetines estarían límpios, no?
En cualquier caso, seguro que tu equipo también ganó ese día.
Besos
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