Así trabajamos en un bingo

El bingo me enganchó desde el principio porque es un juego muy social y hay bastante compañerismo entre todos. Al principio cuando empiezas a trabajar no te das cuenta casi de nada porque tienes que aprender muchas cosas, como vender los cartones, las normas del juego, las normas de la sala… para poder coger el ritmo de una sala de bingo. Pero una vez que ya has aprendido todas estas cosas empiezas a darte cuenta de otros detalles muy importantes.
Todos los cartones están numerados y se venden correlativos, por ejemplo del 150 al 650 y esos 501 cartones están todos vendidos en esa partida, no puede haber salto de cartones, de forma que si a algún vendedor le sobra algún cartón después de vender su rango, tiene que venderlo y da igual que no sea en su rango, a estos cartones se les llama cartones de reventa, en la siguiente partida se saldría del cartón 651 y así sucesivamente. Cuando sobra más de un cartón salta el compañerismo entre todos los vendedores y van todos a ayudar al compañero para hacer la reventa, sin dudarlo.
Luego está también la comprobación de los cartones, esto se hace rigurosamente cada vez que se canta un premio, bien sea de línea o de bingo y si al cartón le falta algún número por salir no se da por válido y continua la partida hasta que se vuelva a cantar, sea el premio que sea, hasta que salga el cartón premiado. Si sale mas de un cartón con el premio de línea o de bingo el premio se reparte entre los ganadores a partes iguales.
Hay mas detalles iguales que estos que irán saliendo en diferentes artículos, unos se ven o se notan mejor jugada tras jugada y otros casi ni se aprecian, pero están ahí para la total legalidad de este juego.