11/8/08

¡No me gusta planchar!

Ya sabéis que no me gusta cocinar. Pero tengo que confesar que planchar es mi otro punto flaco en las tareas domésticas.
Nunca encuentro el momento de conectar la plancha y ponerme a ello. Siempre digo: “hay poca ropa… mañana plancho”. Se va acumulando y acumulando y, cuando me doy cuenta hay una montaña ¡qué sudores me entran!

He intentado diferentes formas y momentos para ver si lo llevo mejor, pero no hay manera. Con poca ropa y con mucha; por la mañana, por la tarde y por la noche; viendo la tele o escuchando música y hasta he comprado productos a los que les llaman “plancha fácil”…pero tampoco. En fin ¡que no me gusta!

Y no hablemos de la ropa de algodón que tanto se arruga. Da igual que la seques al aire libre o en la secadora porque siempre sale arrugada y a la hora de plancharla tardas más que con tres camisas.
Pero no dejemos atrás “el lino” que después de pasar un buen rato dándole a la plancha para que quede bien, llega el día que te lo vas a poner y vuelve a tener arrugas ¡qué coraje!

Cuando hablo con mis amigas me comentan que a ellas les pasa también, pero dicen que como lo tienen que hacer… no se lo piensan. Quizás el problema es que yo le doy demasiadas vueltas y doy prioridad a otras tareas precisamente por la desgana de coger la plancha.

Si alguien sabe que puedo hacer para mejorar esta desgana, estoy dispuesta a probar.

3 comentarios:

Germanico dijo...

Hola. Gracias por pasar por mi blog. Tengo un pantalon de lino, y se arruga de nada como dices.

Te agregué para visitarte.

Saludos

Carmen dijo...

Hola Germanico,
Gracias por tu comentario y visitar mi blog.

Yo también te agregaré para poder visitarte y seguir la interesante vida de Aurora.

Un saludo

Beto dijo...

Pues, la solución es ésta: Cásate conmigo, que a mí me encanta planchar... Vamos, que me encanta ver la ropa bien planchada...
Besos...