Hace unos días estuve con mis antiguos compañeros tomando un café y comentando cómo nos va la vida. Éramos 15 y algunos ya no están trabajando en el bingo, unos por problemas físicos que se lo impide, otros porque se han jubilado… pero lo importante es que seguimos en contacto aunque sea de tarde en tarde.
Quedamos a las 6 de la tarde, estuvimos hasta las 9 de la noche y nos faltó tiempo para contarnos todas las cosas que queríamos. Realmente nos cuesta mucho trabajo reunirnos ya que cada uno de nosotros tenemos diferentes horarios laborales y obligaciones, y ponernos todos de acuerdo cuesta un poco, pero al final lo conseguimos.
Después de saludarnos tod@s nos sentamos y pedimos un refrigerio. Yo charlaba con el de mi izquierda, con la de la derecha, con el de enfrente y hasta con la que estaba sentada en la esquina. Parecía que me habían dado cuerda.
Empecé a contar lo que estoy haciendo ahora en Bingo Universal. Algunos ya lo sabían y, sé de muy buena tinta que entran a jugar unos binguitos en sus ratos libres (dicen que así siguen pensando que soy su jefa de sala), otros se estaban enterando en ese momento. Me bombardearon a preguntas y se alegraron mucho por mí, ya que ellos saben lo que me apasiona este juego.
Lógicamente también hablamos del bingo y recordamos anécdotas, situaciones y eventos vividos en la sala y fuera de ella. Además de pasar un buen rato, reírnos y hablar de tiempos pasados también lo hicimos de tiempos presentes en el bingo y eso me interesó muchísimo.
Como sabéis Bingo Universal ofrece la sala de bingo online más española que existe. Hablar con mis compañeros hace que mis conocimientos estén frescos y sigan al día para hacer que nuestra sala siga siendo la más española y actualizada.
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