Buenos consejos

No sé porqué, pero hoy me he levantado recordando momentos vividos a lo largo de mi vida lo que hace que la melancolía me salga por todos los poros de mi piel.

Miro a los niños pasar para el colegio y recuerdo cuando mi madre me despertaba por las mañanas, con un cariñoso beso y me decía:”vamos hija, vístete para ir al colegio mientras te preparo el desayuno” el cual tenía un sabor especial.

También estoy intentando poner en orden la cantidad de buenos consejos que me daban mis padres para que nunca me equivocara a la hora de tomar una decisión y que yo rechacé en tantas ocasiones pensando que lo sabía todo ¡qué equivocada estaba!

Hoy, me doy cuenta de la razón que tenían con los sabios consejos que me daban y siempre estuvieron ahí después de mis caídas para curarme las heridas y que sanaran lo antes posible sin que dejaran huella en mí.

Cuanto he aprendido de vosotros “Queridos Padres” y lo mejor de todo es lo que aun me podéis enseñar.

También tengo guardados los consejos de esos amigos que nunca me dejaron de apoyar y siempre supieron estar hasta el final, de los cuales todavía tengo su amistad, y guardo como “Oro en Paño” (este es un “dicho” que mi madre siempre dice para referirse a algo muy valioso)

Hoy por hoy, todos están ahí, a mi lado, con sus buenos consejos y su apoyo incondicional, y tengo que decir con mucho orgullo que nunca me pidieron nada a cambio y sólo con una sonrisa mía se sintieron felices.

GRACIAS, porque hoy soy lo que soy gracias a vosotros.