Ayudando a un ser querido

Estos días que quedan hasta final de mes voy a disponer de poco tiempo para estar con mis amigos bloggeros a consecuencia de una mala caída que ha tenido un familiar muy allegado y querido para mí. Desgraciadamente tiene que pasar por quirófano, y espero y deseo que todo salga bien.

Ayer mientras estaba en el Servicio de Urgencias, se me pasaban por la cabeza infinidad de cosas viendo cómo la gente sufre con el dolor físico y cómo vivíamos los acompañantes la impotencia de no poder hacer nada para aliviarlos del sufrimiento.
Cuando estamos sanos y gozamos de buena salud, no valoramos lo que tenemos y cuando perdemos este bien, al que algunas veces no le damos demasiada importancia, es cuando nos damos cuenta de lo importante que es cuidarse. Creo que eso nos pasa a casi todos y no apreciamos lo bueno que tenemos hasta que lo perdemos.

Por eso querida María, desde el pequeño rinconcito de mis reflexiones quiero decirte que ya hecho de menos las largas y agradables charlas que tenemos por teléfono intentando arreglar el mundo, y el té que nos tomamos los domingos por la tarde rodeadas de toda nuestra familia. Por todo esto y muchas cosas más te pido que luches por una pronta recuperación porque sin la vitalidad que nos transmites nada sería lo mismo. Desde aquí te deseo lo mejor y no dudes que en todo momento estaré a tu lado.


Después de estos sentimientos plasmados aquí y desde el fondo de mi alma, quiero deciros que lamentablemente no podré visitaros a diario y darme el gustazo de leer todo lo bueno que escribís. Por su puesto tampoco podré responder los comentarios que me dejáis, uno a uno como a mí me gusta, pero sí los leeré todos porque necesito saber, antes de acostarme, lo que mis amigos me cuentan.

Tenemos que cuidar y mimar nuestra salud porque es lo más valioso que tenemos.