Supersticiones XXX

Dicen que si quieres comenzar algo con buena suerte (o con buen pie) debes de hacerlo con el pie derecho.

Cuando era más jovencita que ahora (no es que ahora sea mayor) mi madre me deseaba buena suerte cuando iba a examinarme de alguna asignatura y siempre me decía: “¡entra con el pie derecho!”

Yo, como buena hija le hacía caso, y antes de entrar para examinarme me paraba y plantaba el pie derecho dentro del aula.

No sé si esto daría resultado o no, pero tengo que confesar que hasta el día que me examiné del carnet de conducir entré en el coche con el pie derecho y lo aprobé a la primera.

Lo que si recuerdo fue una vez que tenía una importante entrevista de trabajo y con los nervios no me acordé de entrar con el pie derecho en el despacho donde iba a ser entrevistada.

Después de hacerme mil y una preguntas (que no tenían nada que ver con el puesto de trabajo) me dijeron que ya me llamarían. Lo hicieron a los dos días para comunicarme que me incorporaba a la empresa, con la mala suerte que estaba con un cólico nefrítico y perdí la oportunidad porque mi puesto se lo dieron a otra persona por mi enfermedad.

Imaginaros mi indignación al ver que una no tenía derecho ni a ponerse mala y encima tuve que escuchar a mi madre diciéndome que la culpa era mía por no haber entrado con el pie derecho.

Supongo que habrá opiniones para todos los gustos, pero siempre que tengo algo importante y que la suerte me tiene que acompañar me acuerdo de mi madre y antes de nada planto el pie derecho, por si acaso.