24/4/08

Supersticiones en el Bingo II



Como cada jueves, hoy voy a hablar de las supersticiones porque me parece un tema muy interesante dentro del juego.
Cuando llevaba bastante tiempo trabajando en el bingo me dí cuenta de un detalle muy interesante, pero a la vez tenía sentido, no se si llamarlo superstición o costumbres, a ver que opináis.
Al principio hay muchos detalles que se te escapan porque son demasiadas cosas las que tienes que aprender, pero con el tiempo te das cuenta cada vez de más detalles.
Todos los días iba un señor a jugar, si ganaba se quedaba un ratito más y sino se marchaba cuando se le terminaba el dinero de ese día. Por lo visto era viudo y pensionista, y parte de su pensión la destinaba a su hobby que era jugar al bingo. Llegaba cada día a la misma hora con su periódico en la mano y dispuesto a desayunar, se sentaba en la misma silla y desayunaba lo mismo todos los días. Me llamaba la atención lo educado y atento que era con todos nosotros y se le notaba a gusto mientras jugaba. Fui observando que con el tiempo empezaron a sentarse las mismas personas en la misma mesa con ese señor y era para todos ellos como jugar en familia porque se contaban las anécdotas del día anterior entre partida y partida, compartiendo así su vida diaria. Si alguno de ellos cantaba línea compraba un cartón aparte, lo marcaba por detrás y decía que si tocaba era para todos los que estaban sentados en la mesa, pero si cantaban bingo regalaba a cada uno de ellos un dinero o como ellos dicen “te invito a unos cartoncitos”.
Un día me encontré a ese señor en la calle, yo no lo reconocí, pero él me paró, se puso a charlar conmigo y entre otras cosas me comentó que seguía jugando al bingo todos los días en la misma sala, en la misma silla y con las mismas personas. Yo le pregunté el porque de esa superstición y me dijo que al principio sí era superstición, pero que con el tiempo no lo ve así porque es como desayunar en una cafetería con amigos y además se divierten jugando al bingo.

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