6/5/08

Trabajar en un bingo no es monótono

Hay muchos trabajos en los que el día a día se puede hacer monótono, pero yo no puedo decir lo mismo porque cuando trabajas en un bingo casi nada es igual todos los días.
Cuando era vendedora y entraba a trabajar quizás era uno de los pocos momentos en los que yo puedo decir que siempre hacía lo mismo, porque tenía que preparar mi rango antes de abrir la sala. Si la sala abre por la mañana, este es el turno encargado de cumplir con esta tarea, porque el turno de tarde ya entra con la sala abierta y solo tiene que mantenerla a lo lago de la jornada, pero todo cambia cuando empieza la sesión y los jugadores van llegando. Entran dando los buenos días, con ganas de desayunar y de cantar muchos premios, algunos son conocidos porque van casi todos los días y con ellos charlaba un poquito hasta que empezaba la sesión, de ahí incluso llegué a conseguir algunas amistades. A otros jugadores casi no los conoces o no los conoces, pero eso me daba igual porque yo intentaba igualmente que se sintieran bien hasta que empezaba la sesión.
La venta de cartones es mecánica porque cada cinco minutos aproximadamente se juega una partida y en ese tiempo tienes que vender los cartones, hacer tu liquidación al cajero, en la mesa de control, y preparar los cartones de tu rango para la siguiente partida, pero todo esto no se me hacía monótono porque los jugadores cada día venían con alguna historia diferente o con alguna novedad y de vez en cuando éramos los propios compañeros los que traíamos alguna novedad o anécdota, como el último chiste del mes o alguna anécdota del turno anterior y eso hacía que casi todas las jornadas fueran diferentes. Recuerdo a una señora, bastante mayor, que solía venir a jugar los primeros días de cada mes, era tan mayor que aun jugando un solo cartón se le pasaban los números y otras veces los escuchaba mal y tachaba el que no era, con lo cual casi nunca tenía el cartón con los números tachados correctamente. La pobre señora cuando creía que tenía premio cantaba, se enfadaba un poco cuando le decíamos que no lo tenía y había veces que incluso te lo discutía. Nosotros la relajábamos y le decíamos que tenía que estar más atenta, pero a ella le daba igual y cuando creía que tenía premio volvía a cantar.
Esta era una de las señoras con las que sabíamos que el día no iba a ser monótono.

1 comentario:

Anónimo dijo...

para saber lo que es trabajar en un bingo la gente que no lo sepa que vea este video de youtube donde lo explican claro, el chico que la canta y su compañero fueron despedidos por ello. http://www.youtube.com/watch?v=4v5OnAZ81OI